#1 por unseranonimo
15 may 2015, 00:01

Es que la gente está peor. Se quejan después no haber hecho una puta mierda.

#2 por walkingaround
15 may 2015, 00:02

Debería estar prohibido llamar a los tíos "titos". Y ya "tita" me parece de lo peor, junto con esos seres que llaman a la hermana "teta" (sí, por si "tata" no era suficientemente malo).

#3 por personae
15 may 2015, 00:02

A mi no me han enseñado ninguna de las dos cosas y no tengo denuncias por acoso.

#4 por unseranonimo
15 may 2015, 00:04

#3 #3 personae dijo: A mi no me han enseñado ninguna de las dos cosas y no tengo denuncias por acoso.@personae A lo mejor es que acosas tan bien y sin dejar pruebas que no se dan cuenta.

#5 por helvetti
15 may 2015, 00:06

Habiendo trabajado en los servicios sociales donde hay algunos padres que crían a sus hijos de forma similar, puedo decir que es duro ver cómo muchos de esos niños no serán insertados en la sociedad.
Un desgraciado que entre otros muchos problemas los tendrá para relacionarse con el otro género y lleno de frustraciones que no sabrá resolverlas al excluirse siempre de la culpa, cual pez que se muerde la cola.

#6 por personae
15 may 2015, 00:24

#4 #4 unseranonimo dijo: #3 @personae A lo mejor es que acosas tan bien y sin dejar pruebas que no se dan cuenta.¿Tu te has dado cuenta?

#7 por unseranonimo
15 may 2015, 00:42

#6 #6 personae dijo: #4 ¿Tu te has dado cuenta?@personae eso significa que me acosas o que debería darme cuenta de que acosas a otr@s?

#9 por ladycorazonoscura
15 may 2015, 08:44

No amigo, el libre albedrío existe, la culpa es exclusivamente de tu primo.
Mi hermano siempre fue típicamente masculino, de los de "los hombres no lloran " y nunca vi nada extraño en sus formas con las mujeres.

#10 por orugaglotona
15 may 2015, 10:29

Ese tipo de educacion es mas normal de lo que parece, lo que ocurre es que luego es el resto de la familia la que educa en valores a ese no adulto: tengo un primo que con 5-6 añitos se dedicaba a tocar y pellizcar las tetas ajenas (en este caso las mias), la primera vez se lo hice saber al padre, que le rio la gracia diciendo que es un niño y los avise de que, como continuara en esa tonica, la torta se la llevaba. Acto seguido me volvio a pellizcar el mismo pecho... el niño volo de la patada que le meti (que malababa me entro, madre...). Mi primo no volvio a tocarle un pecho a nadie en esa casa (la de mis abuelos).