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#1 #1 alma_podrida dijo: No necesitabas todo lo primero para decir lo segundo.no, ni sé por qué has asumido que yo he creído necesitarlo. Ha sido simple asociación de ideas, tal y como se desarrolló la conversación.
#5 #5 wagnerin dijo: #4 @dohe Eh... por curiosidad, dónde está escrito en mi comentario lo de la necesidad de darse golpes en el pecho y ser más madre que nadie? Mi prima es del grupo de personas que ha tenido hijos porque "es lo que hace la gente", pero puede irse en verano de terracitas, dejarlos sin cenar, y que vengan a mi casa para que les dé yo la cena porque ellos no saben donde está su madre, ni cuándo volverá. De esos niños que sus padres encasquetan a cualquier familiar o amigo en cuanto pueden (por supuesto, de gorroneo, jamás los verás pagar a una canguro), que apuntan a catorce mil tareas extraescolares, y de los que se quejan porque sacan malas notas... pero jamás, jamás, les verás tener paciencia y sentarse con ellos a hacer los deberes o a explicarles lo que no han entendido en el colegio, o reunirse con los tutores. Eso lo tenemos que hacer otros, por desgracia, hasta que se nos hinchan los c0jones y entonces ¡Ah! Somos unos malos primos y unos pvtos egoístas por no querer seguir haciendo de padres de hijos que no son nuestros. @wagnerin pues entonces entra en el supuesto de "está todo el día de parranda", así que tienes toda la razón. Y si ahora te dice que tengas animales, no tardará mucho en decirte que tengas hijos. Qué triste.
No necesitabas todo lo primero para decir lo segundo.
#4 #4 dohe dijo: Te entiendo perfectamente, a mí me encantan los perros y no tengo porque no me considero lo suficientemente responsable para hacerme cargo de un animal que depende de mí para todo. Y no me planteo ser madre por lo mismo. Pero no comparto que juzgues a tu prima por cómo ejerce la maternidad. No sé si los niños están con otra persona porque se tira todo el día de parranda o porque trabaja, si es lo segundo posiblemente le duela más a ella que a nadie. Y tal como están las cosas, si solo tuvieran hijos las familias que pueden vivir de un sueldo y pasar con ellos 24h no habría casi niños. Mi madre era de las que "donde no vayan mis niñas no voy yo", la primera vez que fue al cine a solas con mi padre tenía yo 16 años. Nunca he entendido esa necesidad de darse golpes de pecho, de ser más madre que nadie y olvidarse de todas las facetas de tu vida que no sean la maternidad. Como en todo, lo suyo es un equilibrio. @dohe Eh... por curiosidad, dónde está escrito en mi comentario lo de la necesidad de darse golpes en el pecho y ser más madre que nadie? Mi prima es del grupo de personas que ha tenido hijos porque "es lo que hace la gente", pero puede irse en verano de terracitas, dejarlos sin cenar, y que vengan a mi casa para que les dé yo la cena porque ellos no saben donde está su madre, ni cuándo volverá. De esos niños que sus padres encasquetan a cualquier familiar o amigo en cuanto pueden (por supuesto, de gorroneo, jamás los verás pagar a una canguro), que apuntan a catorce mil tareas extraescolares, y de los que se quejan porque sacan malas notas... pero jamás, jamás, les verás tener paciencia y sentarse con ellos a hacer los deberes o a explicarles lo que no han entendido en el colegio, o reunirse con los tutores. Eso lo tenemos que hacer otros, por desgracia, hasta que se nos hinchan los c0jones y entonces ¡Ah! Somos unos malos primos y unos pvtos egoístas por no querer seguir haciendo de padres de hijos que no son nuestros.
#5 #5 wagnerin dijo: #4 @dohe Eh... por curiosidad, dónde está escrito en mi comentario lo de la necesidad de darse golpes en el pecho y ser más madre que nadie? Mi prima es del grupo de personas que ha tenido hijos porque "es lo que hace la gente", pero puede irse en verano de terracitas, dejarlos sin cenar, y que vengan a mi casa para que les dé yo la cena porque ellos no saben donde está su madre, ni cuándo volverá. De esos niños que sus padres encasquetan a cualquier familiar o amigo en cuanto pueden (por supuesto, de gorroneo, jamás los verás pagar a una canguro), que apuntan a catorce mil tareas extraescolares, y de los que se quejan porque sacan malas notas... pero jamás, jamás, les verás tener paciencia y sentarse con ellos a hacer los deberes o a explicarles lo que no han entendido en el colegio, o reunirse con los tutores. Eso lo tenemos que hacer otros, por desgracia, hasta que se nos hinchan los c0jones y entonces ¡Ah! Somos unos malos primos y unos pvtos egoístas por no querer seguir haciendo de padres de hijos que no son nuestros. pues que triste... Con lo satisfactorio que es criar a tus hijos tu misma y verlos crecer y desarrollarse... Que pena de criaturas. La maternidad te quita muchas cosas pero te da otras muchas que son increíbles, una pena que tu prima no sepa verlo y se lo pierda
#7 #7 merula dijo: #5 pues que triste... Con lo satisfactorio que es criar a tus hijos tu misma y verlos crecer y desarrollarse... Que pena de criaturas. La maternidad te quita muchas cosas pero te da otras muchas que son increíbles, una pena que tu prima no sepa verlo y se lo pierda@merula estoy de acuerdo contigo y con #6 #6 dohe dijo: #5 @wagnerin pues entonces entra en el supuesto de "está todo el día de parranda", así que tienes toda la razón. Y si ahora te dice que tengas animales, no tardará mucho en decirte que tengas hijos. Qué triste. "triste" es una buena palabra para definir la situación.
Te entiendo perfectamente, a mí me encantan los perros y no tengo porque no me considero lo suficientemente responsable para hacerme cargo de un animal que depende de mí para todo. Y no me planteo ser madre por lo mismo. Pero no comparto que juzgues a tu prima por cómo ejerce la maternidad. No sé si los niños están con otra persona porque se tira todo el día de parranda o porque trabaja, si es lo segundo posiblemente le duela más a ella que a nadie. Y tal como están las cosas, si solo tuvieran hijos las familias que pueden vivir de un sueldo y pasar con ellos 24h no habría casi niños. Mi madre era de las que "donde no vayan mis niñas no voy yo", la primera vez que fue al cine a solas con mi padre tenía yo 16 años. Nunca he entendido esa necesidad de darse golpes de pecho, de ser más madre que nadie y olvidarse de todas las facetas de tu vida que no sean la maternidad. Como en todo, lo suyo es un equilibrio.
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