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#1 #1 yoymiyo86 dijo: Para eso también están los padres ¿no? El problema viene a ser que los niños se pasan mayor parte del día en la escuela y los padres trabajando. Entre deberes y extraescolares, si encima quieren jugar un rato, no queda tiempo para la lectura.
El gusto a la lectura es más fácil de desarrollar antes de la adolescencia. A mí me gusta leer y me vino de joven por una novela de Kika la Bruja.
El problema es que las escuelas no tienen un buen sistema para fomentar a los niños a leer. En mi caso, leíamos un libro establecido en casa y a veces en clase y cada día, respondimos unas preguntas de un dossier sobre él. Me daba mucho asco ya que los libros solían tratar siempre de lo mismo: la importancia de la amistad, de ser bueno con todos, de las injusticias y como se resuelven muy fácilmente. Con protagonistas que eran niños estúpidos e insoportables.
A parte, el dossier tenía una textura e imágenes en blanco y negro que daba mucho asco tocarlo, escribir en él y verlo (incluso si el libro era interesante).
Yo propondría que los niños escogieran un libro que tuvieran por casa o alquilado de la biblioteca y que estarían dispuestos a leer en casa y unos minutos en clase. Y para asegurarse de ello, que al final hagan una exposición resumiendo el libro y su opinión frente a todos.
No sólo fomentaría el gusto a la lectura y así sabrían mejor qué clase de libros les gustan, sino también comenzarían a perder el miedo a hablar en público y a desarrollar opiniones, que son cosas que mucha gente arrastra hasta la universidad o el trabajo.
#4 #4 isei dijo: #1 El problema viene a ser que los niños se pasan mayor parte del día en la escuela y los padres trabajando. Entre deberes y extraescolares, si encima quieren jugar un rato, no queda tiempo para la lectura.
El gusto a la lectura es más fácil de desarrollar antes de la adolescencia. A mí me gusta leer y me vino de joven por una novela de Kika la Bruja.
El problema es que las escuelas no tienen un buen sistema para fomentar a los niños a leer. En mi caso, leíamos un libro establecido en casa y a veces en clase y cada día, respondimos unas preguntas de un dossier sobre él. Me daba mucho asco ya que los libros solían tratar siempre de lo mismo: la importancia de la amistad, de ser bueno con todos, de las injusticias y como se resuelven muy fácilmente. Con protagonistas que eran niños estúpidos e insoportables.
A parte, el dossier tenía una textura e imágenes en blanco y negro que daba mucho asco tocarlo, escribir en él y verlo (incluso si el libro era interesante).
Yo propondría que los niños escogieran un libro que tuvieran por casa o alquilado de la biblioteca y que estarían dispuestos a leer en casa y unos minutos en clase. Y para asegurarse de ello, que al final hagan una exposición resumiendo el libro y su opinión frente a todos.
No sólo fomentaría el gusto a la lectura y así sabrían mejor qué clase de libros les gustan, sino también comenzarían a perder el miedo a hablar en público y a desarrollar opiniones, que son cosas que mucha gente arrastra hasta la universidad o el trabajo.@isei Lo mismo que acabas de exponer aquí ¿No puede salir de la voz de sus padres que es lo que dije?
Relegar todo al sistema educativo no es bueno.
#15 #15 megustadiscutir dijo: #13 @yoymiyo86 Para los padres es algo distinto que para el sistema, los padres te pueden enseñar a leer para que lo disfrutes o para que tengas algún hobby o para que aprendas cosas pero es algo circunstancial. Por eso digo "si viviéramos..."
Para el sistema educativo te debe enseñar a leer para que mejores tu dominio de la lengua y de tu cultura. Es un objetivo principal.
Es totalmente distinto, para los padres no es una obligación (es algo recomendable pero no es un deber) mientras que para el sistema educativo sí. @megustadiscutir Estamos hablando de incentivar el gusto por la lectura. Eso es algo que se debe hacer desde casa en primera instancia.
Si desde casa no se potencia difícilmente se hará desde los centros educativos pues esa persona tendrá más dificultad para encontrar algo que le "apasione" en la lectura.
Unos padres que se dediquen a "lo que mande la escuela es lo que debes hacer" - que no nos engañemos, es lo que hacen - no potenciarán nada.
Es como los padres que dicen que la educación es en la escuela (salvo cuando es algo que atenta contra sus ideales, en cuyo caso la educación es en casa y el pin parental, en la escuela)
Yo recuerdo que inicié mi hobbie de la lectura cuando tenía 8 tacos, con Harry Potter y la Piedra Filosofal.
A partir de ahí, en combinación con los libros del colegio he ido leyendo libros cada vez más tochos. El más tocho que habré leído hasta ahora es el de los Pilares de la Tierra.
En conclusión de lo que he vivido: Considero que es mejor contarle al chaval una historia de un libro que le guste y que se lo lea el mismo y luego que vaya avanzando el por su cuenta.
#11 #11 megustadiscutir dijo: #1 @yoymiyo86 Si vivieramos en un mundo igualitario, maravilloso, donde todos los padres tienen la misma formación y pensamiento educativo, pues sí. Es en parte trabajo de los padres.
Pero la lectura es una parte muy importante del aprendizaje de la lengua, por eso también es trabajo de la educación en colegios e institutos. @megustadiscutir Tú lo has dicho, "también". Eso implica que la función es de padres y sistema educativo, no solo del sistema.
El problema de los libros que te mandan en el instituto a veces es el lenguaje con el que está escrito
Por ejemplo el Quijote escrito en un lenguaje actual es incluso hasta divertido
Para eso también están los padres ¿no?
Tanto el amor por la lectura como la capacidad de concentración que requiere se desarrollan mucho antes de tomar ninguna clase de literatura. De hecho idealmente debería empezar antes de la edad escolar.
Leo mucho sobre este tema, pero yo nunca tuve este problema. No se si dependera de los profesores o del programa educativo de la comunidad autonoma, pero yo nunca me tuve que leer el Quijote ni libros clasicos.
Empezamos con literatura juvenill como el detective Flanagan y algun autor clasico de relatos cortos como Edgar Allan Poe. Mas adelante en 4º de la ESO y bachiller, autores latinomaricanos contemporaneos como Luis Sepulveda o Gabriel Garcia Marquez, Miguel Delibes, el guardian entre el centeno, otra vuelta de tuerca.
Creo que tuve una buena escalada. Un buen equilibrio entre literatura juvenil y autores mas adultos pero asequibles para un lector joven. Me avergüenza un poco reconocer que tarde en iniciarme en la lectura por mi mismo, pero debo reconocer que los libros del instituto en general me gustaron mucho. Creo que en mi caso falle mas yo que el sistema educativo.
En mi opinión el problema no reside en si los libros tienen décadas o siglos, si no que cada uno debe encontrar el tipo de literatura que mas se adapta a sus gustos y en muchos casos, los libros que mandan en colegios e institutos son bastante particulares y difíciles de leer para gente habituada a ello, ya ni hablemos para los que no acostumbran a leer...
#3 #3 geniodelalampara dijo: Yo recuerdo que inicié mi hobbie de la lectura cuando tenía 8 tacos, con Harry Potter y la Piedra Filosofal.
A partir de ahí, en combinación con los libros del colegio he ido leyendo libros cada vez más tochos. El más tocho que habré leído hasta ahora es el de los Pilares de la Tierra.
En conclusión de lo que he vivido: Considero que es mejor contarle al chaval una historia de un libro que le guste y que se lo lea el mismo y luego que vaya avanzando el por su cuenta.@lila__ Mi primer libro fue también Harry Potter (Aunque ya leía cómics de Mortadelo y Filemon desde antes), y desde el, infinidad de libros mas, en los que no se incluyen la mayoría de los obligatorios en la escuela/instituto, bendito sea rincón del vago y sus resúmenes que me permitían volver a mis libros rápidamente.
#6 #6 nadie_en_concreto dijo: En parte diría que tienes razón, pero es que hay muchos libros que llevan los años de maravilla.
Lo que me preocupa de los más jóvenes es que con tanto móvil, redes sociales y distracciones pierdan la capacidad de concentrarse en una obra literaria con el esfuerzo que merece. O que vayan a por lo último de J.K. Rowling sólo por el postureo y los hashtags. ¿Y total, para qué leerlo si ya te hace la video-reseña el influencer de turno?
Mi apuesta es que la literatura será siempre un gusto para minorías, se haga lo que se haga.
@nadie_en_concreto Un par de ejemplos de libros (sagas) que (a mi parecer) no les pesan los años son El señor de los anillos, y Las cronicas de Narnia, que datan de principios y mediados de los 50, buena parte de las obras de Isaac Asimov publicadas desde 1950 hasta despues de su muerte, o cualquiera de las novelas de Julio Verne (1863-1905)...
#4 #4 isei dijo: #1 El problema viene a ser que los niños se pasan mayor parte del día en la escuela y los padres trabajando. Entre deberes y extraescolares, si encima quieren jugar un rato, no queda tiempo para la lectura.
El gusto a la lectura es más fácil de desarrollar antes de la adolescencia. A mí me gusta leer y me vino de joven por una novela de Kika la Bruja.
El problema es que las escuelas no tienen un buen sistema para fomentar a los niños a leer. En mi caso, leíamos un libro establecido en casa y a veces en clase y cada día, respondimos unas preguntas de un dossier sobre él. Me daba mucho asco ya que los libros solían tratar siempre de lo mismo: la importancia de la amistad, de ser bueno con todos, de las injusticias y como se resuelven muy fácilmente. Con protagonistas que eran niños estúpidos e insoportables.
A parte, el dossier tenía una textura e imágenes en blanco y negro que daba mucho asco tocarlo, escribir en él y verlo (incluso si el libro era interesante).
Yo propondría que los niños escogieran un libro que tuvieran por casa o alquilado de la biblioteca y que estarían dispuestos a leer en casa y unos minutos en clase. Y para asegurarse de ello, que al final hagan una exposición resumiendo el libro y su opinión frente a todos.
No sólo fomentaría el gusto a la lectura y así sabrían mejor qué clase de libros les gustan, sino también comenzarían a perder el miedo a hablar en público y a desarrollar opiniones, que son cosas que mucha gente arrastra hasta la universidad o el trabajo.@isei yo estuve en un colegio de primaria que hacia todas las exposiciones y examenes orales y me parecio un infierno. No descubri la tranquilidad y el gusto por las clases hasta que fui al instituto y dejamos de lado los examenes orales y las exposiciones
#1 #1 yoymiyo86 dijo: Para eso también están los padres ¿no? @yoymiyo86 Si vivieramos en un mundo igualitario, maravilloso, donde todos los padres tienen la misma formación y pensamiento educativo, pues sí. Es en parte trabajo de los padres.
Pero la lectura es una parte muy importante del aprendizaje de la lengua, por eso también es trabajo de la educación en colegios e institutos.
Lo que habría que hacer es reformar todo el sistema de enseñanza de lengua española y ya está, no sólo hay que incentivar el interés por la lectura. Es que esto va unido al aprendizaje de la lengua materna, por eso ese interés hay que materializarlo en trabajo educativo que, además, se complemente con trabajo sobre la escritura (que eso es otra cosa que mucha gente arrastra hasta la universidad y más allá: ni papa a la hora de redactar).
Yo soy de leer desde cría pero en el insti hay libros que llegados a cierto punto pasé de terminarlos porque me cargaban mucho. Sin embargo los que por temática pudieran gustarme, años después los busqué por mi cuenta y con una edición diferente y la cosa fue muy diferente.
Por supuesto siempre hay personas a las que no les va lo de leer, pero a las que igual sí, se da más oportunidades para desarrollar el gusto por la lectura. La cuestión es buscar modos.
Claro, mejor que te manden Crepúsculo al Quijote.
Lo de fomentar el amor por la lectura es harto complicado, en mi colegio puedo afirmar que lo intentaban de verdad, y aún así la gente hacía trampas.
En primaria teníamos que leer un libro por trimestre, el que nosotros quisiéramos (por la teoría de que siempre vas a leer más a gusto lo que tú has elegido) y la mayoría de la gente hacía trampa. En la ESO nos daban una lista de la cual teníamos que elegir uno y hacer un trabajo, todos del estilo Harry Potter que se supone que gustan a los adolescentes, y la gente también hacía trampas.
De hecho, ni siquiera nos hacían exámenes sobre los libros, solían ser trabajos en los que tenías que justificar por qué (no) te había gustado, tu personaje favorito, etc. y aún así la gente no los leía, rincon del vago al poder. Yo salí muy decepcionada, porque no sé si se puede hacer mejor que en mi colegio (o al menos intentarlo más) y la mayoría de la gente no salió lectora.
#14 #14 ppgjwwpppp dijo: Digo yo que lo importante es enseñarles cierta cultura y los referentes del género en lugar de cualquier chorrada que eventualmente se haya puesto de moda. Lo difícil es hacerlo de un modo ajeno que despierte su interés.@hyte Lo difícil es lograr que en un sistema educativo tan rígido para evolucionar como el español se permita hacer nuevas iniciativas constantes o ser adaptativo. Eso ni todos los profesores les gusta ni a todos los padres tampoco.
#4 #4 isei dijo: #1 El problema viene a ser que los niños se pasan mayor parte del día en la escuela y los padres trabajando. Entre deberes y extraescolares, si encima quieren jugar un rato, no queda tiempo para la lectura.
El gusto a la lectura es más fácil de desarrollar antes de la adolescencia. A mí me gusta leer y me vino de joven por una novela de Kika la Bruja.
El problema es que las escuelas no tienen un buen sistema para fomentar a los niños a leer. En mi caso, leíamos un libro establecido en casa y a veces en clase y cada día, respondimos unas preguntas de un dossier sobre él. Me daba mucho asco ya que los libros solían tratar siempre de lo mismo: la importancia de la amistad, de ser bueno con todos, de las injusticias y como se resuelven muy fácilmente. Con protagonistas que eran niños estúpidos e insoportables.
A parte, el dossier tenía una textura e imágenes en blanco y negro que daba mucho asco tocarlo, escribir en él y verlo (incluso si el libro era interesante).
Yo propondría que los niños escogieran un libro que tuvieran por casa o alquilado de la biblioteca y que estarían dispuestos a leer en casa y unos minutos en clase. Y para asegurarse de ello, que al final hagan una exposición resumiendo el libro y su opinión frente a todos.
No sólo fomentaría el gusto a la lectura y así sabrían mejor qué clase de libros les gustan, sino también comenzarían a perder el miedo a hablar en público y a desarrollar opiniones, que son cosas que mucha gente arrastra hasta la universidad o el trabajo.En parte estoy de acuerdo contigo, aunque si se quisiera, aunque sea justo antes de ir a dormir, también podrían aprovechar para leer con los pequeños; depende de las familias. Y de los propios hábitos de lectura de los familiares. Mis padres siempre han trabajado, mi padre podía pasar tres y cuatro días fuera por ello. Sin embargo, mi madre me llevaba a la biblioteca del pueblo y leía conmigo, cuando mi padre estaba en casa también lo hacía y yo siempre le veía leer un rato cada día. Siempre será más fácil fomentar un hábito como la lectura si los mayores lo ejemplifican.
Por otro lado, siempre he postulado que debería darse un márgen a elección en las lecturas escolares. En primaria poca literatura se da, es un buen momento para dejar elegir, aunque sea entre una selección previa del profesor, entre los libros de la biblioteca escolar. De ahí un libro puede gustarte más o menos pero la elección era tuya.
Luego en secundaria hay obras que es cierto que por temario caen sí o sí. En esas creo que también es cosa de los profesores elegir la edición. Puede parecer una chorrada pero cambia mucho la cosa de leer un libro con un lenguaje arcaico o pesado a hacerlo con uno más ameno o actual; al igual que una traducción difiere de otra. Reediciones las hay a patadas, la cuestión es buscar algo más cercano a los alumnos. ¿Qué luego se quiere comparar con el original o examinar el vocabulario o la estructura? Pues se dicta o fotocopia unas páginas del texto original y ya está. De lo contrario es un tostón, aunque el libro pudiera gustarte.
En parte diría que tienes razón, pero es que hay muchos libros que llevan los años de maravilla.
Lo que me preocupa de los más jóvenes es que con tanto móvil, redes sociales y distracciones pierdan la capacidad de concentrarse en una obra literaria con el esfuerzo que merece. O que vayan a por lo último de J.K. Rowling sólo por el postureo y los hashtags. ¿Y total, para qué leerlo si ya te hace la video-reseña el influencer de turno?
Mi apuesta es que la literatura será siempre un gusto para minorías, se haga lo que se haga.
#1 #1 yoymiyo86 dijo: Para eso también están los padres ¿no? Para eso están los reyes, que les pagamos un dineral aunque luego lo oculten en Suiza.
#16 #16 megustadiscutir dijo: #14 @hyte Lo difícil es lograr que en un sistema educativo tan rígido para evolucionar como el español se permita hacer nuevas iniciativas constantes o ser adaptativo. Eso ni todos los profesores les gusta ni a todos los padres tampoco. Ahora que Podemos está en el gobierno es el momento de hacerlo.
Pues lo que me tocó en el instituto me parecía maravilloso, mi vecina estaba en un curso menos y no sé por qué todos los años cambiaban las lecturas, en verano nos cambiábamos los 3 libros que nos habían hecho comprar durante el curso. Recuerdo que me prestó "campos de fresas" y en su momento lo adoré.
Y en mi clase cuando nos tocó 'La casa de Bernarda Alba" fue un puntazo. Casi todos nos enganchamos y nos lo leímos de golpe, yo me acosté a las 3 de la mañana ese día y nos cambiaron un examen de historia porque nadie había estudiao y al profesor le hizo muchísima gracia el motivo. Estuvimos varios recreos hablando de la historia, como si fuese la novela de pasión de gavilanes, qué maravilla de edad del pavo.
#13 #13 yoymiyo86 dijo: #11 @megustadiscutir Tú lo has dicho, "también". Eso implica que la función es de padres y sistema educativo, no solo del sistema. @yoymiyo86 Para los padres es algo distinto que para el sistema, los padres te pueden enseñar a leer para que lo disfrutes o para que tengas algún hobby o para que aprendas cosas pero es algo circunstancial. Por eso digo "si viviéramos..."
Para el sistema educativo te debe enseñar a leer para que mejores tu dominio de la lengua y de tu cultura. Es un objetivo principal.
Es totalmente distinto, para los padres no es una obligación (es algo recomendable pero no es un deber) mientras que para el sistema educativo sí.
Digo yo que lo importante es enseñarles cierta cultura y los referentes del género en lugar de cualquier chorrada que eventualmente se haya puesto de moda. Lo difícil es hacerlo de un modo ajeno que despierte su interés.
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