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Prueba con citrato de sildenafilo. Sino, una polea podría ir bien.
Hablando se arreglan las diferencias creativas.
#1 #1 Este comentario se ha eliminado ya que no cumplía con las normas de uso de la página.@cervantes Dibromuro ? No he podido encontrar nada con Kbr2. Estoy bastantes seguro de que el único compuesto existente ahora mismo es Kbr
#6 #6 hurhur dijo: #1 @cervantes Dibromuro ? No he podido encontrar nada con Kbr2. Estoy bastantes seguro de que el único compuesto existente ahora mismo es Kbr @hurhur El unico compuesto existente en uso * no he podido encontrar ningún papel en el que mencione sus usos, a excepción de este libro: https://books.google.es/books?id=djaxsMzSIYUC&lpg=PA119&ots=lR1ixfgBiY&dq=Kbr2&pg=PA118#v=onepage&q=Kbr2&f=false
"Y con cosas raras"... La duda me mata
¿Acaso esta joven no es hermosa y distinguida por su elegancia, y no fué por mucho tiempo el ídolo de mis votos? Sin embargo, la languidez me impidió gozar sus favores, y, ¡qué sonrojo!, caí como una masa pesada en el lecho perezoso. Yo anhelante de placer, y ella encendida en el mismo ardor, no pudimos saborearlo por la impotencia a que me redujo mi lasitud. Ella pasó en torno de mi cerviz el ebúrneo brazo, más blanco que la nieve de Sitonia; su lengua ardiente estampó cien besos en mi boca, cruzó con la mía su pierna lasciva, me prodigó mil ternuras, me llamó su dueño, me dijo todas aquellas palabras que excitan el vigor, y, no obstante, mis fríos miembros, como si estuviesen emponzoñados
#9 #9 er_banana dijo: ¿Acaso esta joven no es hermosa y distinguida por su elegancia, y no fué por mucho tiempo el ídolo de mis votos? Sin embargo, la languidez me impidió gozar sus favores, y, ¡qué sonrojo!, caí como una masa pesada en el lecho perezoso. Yo anhelante de placer, y ella encendida en el mismo ardor, no pudimos saborearlo por la impotencia a que me redujo mi lasitud. Ella pasó en torno de mi cerviz el ebúrneo brazo, más blanco que la nieve de Sitonia; su lengua ardiente estampó cien besos en mi boca, cruzó con la mía su pierna lasciva, me prodigó mil ternuras, me llamó su dueño, me dijo todas aquellas palabras que excitan el vigor, y, no obstante, mis fríos miembros, como si estuviesen emponzoñados@er_banana por la cicuta, se negaron a satisfacer sus deseos. Yacía como un tronco inerte, como una estatua, como un peso inútil, y llegué a dudar si era un cuerpo o una sombra.
¿Cuál será mi vejez, si logro alcanzarla, cuando en la misma juventud desfallecen mis fuerzas? ¡Ah!, me avergüenzo de mis años; soy un hombre joven todavía, y mi amiga no me encuentra ni hombre ni joven, y se alza del lecho como la casta sacerdotisa que ha de velar el fuego eterno de Vesta, o la hermana se aparta de su querido hermano, y eso que hace poco cumplí como bueno dos veces con la rubia Clide, tres con la blanca Pitho y otras tantas con Libas, y estrechado por las instancias de Corina, recuerdo que en una corta noche repetí nueve veces el asalto.
#10 #10 er_banana dijo: #9 @er_banana por la cicuta, se negaron a satisfacer sus deseos. Yacía como un tronco inerte, como una estatua, como un peso inútil, y llegué a dudar si era un cuerpo o una sombra.
¿Cuál será mi vejez, si logro alcanzarla, cuando en la misma juventud desfallecen mis fuerzas? ¡Ah!, me avergüenzo de mis años; soy un hombre joven todavía, y mi amiga no me encuentra ni hombre ni joven, y se alza del lecho como la casta sacerdotisa que ha de velar el fuego eterno de Vesta, o la hermana se aparta de su querido hermano, y eso que hace poco cumplí como bueno dos veces con la rubia Clide, tres con la blanca Pitho y otras tantas con Libas, y estrechado por las instancias de Corina, recuerdo que en una corta noche repetí nueve veces el asalto.@er_banana ¿Entorpece mi cuerpo por ventura un veneno de Tesalia, o los ensalmos y las maléficas hierbas han hecho mi desgracia? Tal vez alguna hechicera escribió contra mí nombres siniestros en la cera de Fenicia, y me clavó en el mismo hígado sus agujas sutiles. Los dones de Ceres, sometidos al influjo de un encantamiento, se convierten en hierbas estériles, y con el poder de los ensalmos se agotan los raudales de una fuente, la bellota asimismo se desprende de la encina, las uvas caen de las cepas y los frutos del árbol, sin que nadie sacuda sus ramas. ¿Quién, pues, impedirá que las artes mágicas paralicen mis nervios?
#11 #11 er_banana dijo: #10 @er_banana ¿Entorpece mi cuerpo por ventura un veneno de Tesalia, o los ensalmos y las maléficas hierbas han hecho mi desgracia? Tal vez alguna hechicera escribió contra mí nombres siniestros en la cera de Fenicia, y me clavó en el mismo hígado sus agujas sutiles. Los dones de Ceres, sometidos al influjo de un encantamiento, se convierten en hierbas estériles, y con el poder de los ensalmos se agotan los raudales de una fuente, la bellota asimismo se desprende de la encina, las uvas caen de las cepas y los frutos del árbol, sin que nadie sacuda sus ramas. ¿Quién, pues, impedirá que las artes mágicas paralicen mis nervios?@er_banana Acaso su influencia convirtió mi cuerpo en un tronco insen- sible. Añádase el sonrojo por lo que me sucedía, que acrecentó mi flojedad y fué la segunda causa de la impotencia a que me vi reducido. ¡Y qué hermosa estaba cuando la vi y la toqué tan cerca como la túnica que roza su lindo cuerpo! A tan dulce contac- to, el rey de Pilos hubiera podido rejuvenecerse, y Titón alcanzar fuerzas impropias de sus años. Ella se ofrecía a mi voluntad, y no encontró en mí un hombre.
#12 #12 er_banana dijo: #11 @er_banana Acaso su influencia convirtió mi cuerpo en un tronco insen- sible. Añádase el sonrojo por lo que me sucedía, que acrecentó mi flojedad y fué la segunda causa de la impotencia a que me vi reducido. ¡Y qué hermosa estaba cuando la vi y la toqué tan cerca como la túnica que roza su lindo cuerpo! A tan dulce contac- to, el rey de Pilos hubiera podido rejuvenecerse, y Titón alcanzar fuerzas impropias de sus años. Ella se ofrecía a mi voluntad, y no encontró en mí un hombre.@er_banana ¿Qué súplicas concebirán mis votos ahora? Creo que los altos dioses se arrepintieron de favorecerme en vista del mal uso hecho de los presentes concedidos. Deseaba ser bienquisto, y lo fuí; darle a mi ,gusto cien besos, y se los he dado; yacer junto a ella, y lo conseguí. ¿De qué me sirven las mercedes de la fortuna y poseer un reino sin reinar? Como rico avaro, guardé las riquezas sin usufructuarlas. Así el divulgador de los secretos de los dioses muere de sed en medio de las ondas, y contempla próximas las frutas que nunca ha de probar; así el esposo deja por la mañana el lecho de la tierna consorte y se acerca puro a las santas aras de los númenes.
#13 #13 er_banana dijo: #12 @er_banana ¿Qué súplicas concebirán mis votos ahora? Creo que los altos dioses se arrepintieron de favorecerme en vista del mal uso hecho de los presentes concedidos. Deseaba ser bienquisto, y lo fuí; darle a mi ,gusto cien besos, y se los he dado; yacer junto a ella, y lo conseguí. ¿De qué me sirven las mercedes de la fortuna y poseer un reino sin reinar? Como rico avaro, guardé las riquezas sin usufructuarlas. Así el divulgador de los secretos de los dioses muere de sed en medio de las ondas, y contempla próximas las frutas que nunca ha de probar; así el esposo deja por la mañana el lecho de la tierna consorte y se acerca puro a las santas aras de los númenes.@er_banana Pero tal vez no me prodigó los besos más incitantes y ardorosos y no puso en juego todas las habilidades que estimulan el apetito. Ella puede ablandar con sus caricias las robustas encinas, el duro diamante y la insensible roca; ella tiene recursos para conmover a quien aliente con vida y sea hombre; mas en aquel momento yo no vivía, ni era hombre como antes. ¿Qué placer proporcionarán al que esté sordo los cantos de Femio, o una tabla pintada al miserable Tamiras?
#14 #14 er_banana dijo: #13 @er_banana Pero tal vez no me prodigó los besos más incitantes y ardorosos y no puso en juego todas las habilidades que estimulan el apetito. Ella puede ablandar con sus caricias las robustas encinas, el duro diamante y la insensible roca; ella tiene recursos para conmover a quien aliente con vida y sea hombre; mas en aquel momento yo no vivía, ni era hombre como antes. ¿Qué placer proporcionarán al que esté sordo los cantos de Femio, o una tabla pintada al miserable Tamiras?@er_banana ¡Y qué goces me habían prometido mis secretos de- seos!; ¡cuántos diversos modos de holgarme no ima- giné y dispuse a placer!; pero mis miembros yacían torpemente como muertos y marchitos, como la rosa cogida el día anterior, y ahora, que no es tiempo, lozanean vigorosos, se sienten con brío y reclaman el puesto a que los invita la lucha. ¿Por qué no te abates llena de confusión, torpísima parte de mi ser? Así me dejé burlar anteriormente por tus promesas.
#15 #15 er_banana dijo: #14 @er_banana ¡Y qué goces me habían prometido mis secretos de- seos!; ¡cuántos diversos modos de holgarme no ima- giné y dispuse a placer!; pero mis miembros yacían torpemente como muertos y marchitos, como la rosa cogida el día anterior, y ahora, que no es tiempo, lozanean vigorosos, se sienten con brío y reclaman el puesto a que los invita la lucha. ¿Por qué no te abates llena de confusión, torpísima parte de mi ser? Así me dejé burlar anteriormente por tus promesas.@er_banana Tú engañaste a mi amada, por ti me hallé inerme en la lid, y con no poca afrenta soporté daños gravísimos. Mi bella no se dignó acariciarte con su mano delicada, viendo que no conseguía excitar tu pujanza por ningún medio, y que languidecías olvidada de tus antiguas proezas. «¿Por qué me burlaste? -dijo-; insensata, ¿quién te obligó a extender los helados miembros en mi tálamo? O una hechicera de Ea te ha trastornado con sus franjas de lana, o vienes a mis brazos ya rendido en los de otra.» Sin demora salta del lecho, cubierta con la tenue túnica, y con los pies descalzos huye lejos de mí; y a fin de que su sierva no creyese que salía intacta de mi lado, disimuló esta afrenta lavándose el cuerpo.
#9 #9 er_banana dijo: ¿Acaso esta joven no es hermosa y distinguida por su elegancia, y no fué por mucho tiempo el ídolo de mis votos? Sin embargo, la languidez me impidió gozar sus favores, y, ¡qué sonrojo!, caí como una masa pesada en el lecho perezoso. Yo anhelante de placer, y ella encendida en el mismo ardor, no pudimos saborearlo por la impotencia a que me redujo mi lasitud. Ella pasó en torno de mi cerviz el ebúrneo brazo, más blanco que la nieve de Sitonia; su lengua ardiente estampó cien besos en mi boca, cruzó con la mía su pierna lasciva, me prodigó mil ternuras, me llamó su dueño, me dijo todas aquellas palabras que excitan el vigor, y, no obstante, mis fríos miembros, como si estuviesen emponzoñados@er_banana
#10 #10 er_banana dijo: #9 @er_banana por la cicuta, se negaron a satisfacer sus deseos. Yacía como un tronco inerte, como una estatua, como un peso inútil, y llegué a dudar si era un cuerpo o una sombra.
¿Cuál será mi vejez, si logro alcanzarla, cuando en la misma juventud desfallecen mis fuerzas? ¡Ah!, me avergüenzo de mis años; soy un hombre joven todavía, y mi amiga no me encuentra ni hombre ni joven, y se alza del lecho como la casta sacerdotisa que ha de velar el fuego eterno de Vesta, o la hermana se aparta de su querido hermano, y eso que hace poco cumplí como bueno dos veces con la rubia Clide, tres con la blanca Pitho y otras tantas con Libas, y estrechado por las instancias de Corina, recuerdo que en una corta noche repetí nueve veces el asalto.@er_banana
#11 #11 er_banana dijo: #10 @er_banana ¿Entorpece mi cuerpo por ventura un veneno de Tesalia, o los ensalmos y las maléficas hierbas han hecho mi desgracia? Tal vez alguna hechicera escribió contra mí nombres siniestros en la cera de Fenicia, y me clavó en el mismo hígado sus agujas sutiles. Los dones de Ceres, sometidos al influjo de un encantamiento, se convierten en hierbas estériles, y con el poder de los ensalmos se agotan los raudales de una fuente, la bellota asimismo se desprende de la encina, las uvas caen de las cepas y los frutos del árbol, sin que nadie sacuda sus ramas. ¿Quién, pues, impedirá que las artes mágicas paralicen mis nervios?@er_banana
#12 #12 er_banana dijo: #11 @er_banana Acaso su influencia convirtió mi cuerpo en un tronco insen- sible. Añádase el sonrojo por lo que me sucedía, que acrecentó mi flojedad y fué la segunda causa de la impotencia a que me vi reducido. ¡Y qué hermosa estaba cuando la vi y la toqué tan cerca como la túnica que roza su lindo cuerpo! A tan dulce contac- to, el rey de Pilos hubiera podido rejuvenecerse, y Titón alcanzar fuerzas impropias de sus años. Ella se ofrecía a mi voluntad, y no encontró en mí un hombre.@er_banana
#13 #13 er_banana dijo: #12 @er_banana ¿Qué súplicas concebirán mis votos ahora? Creo que los altos dioses se arrepintieron de favorecerme en vista del mal uso hecho de los presentes concedidos. Deseaba ser bienquisto, y lo fuí; darle a mi ,gusto cien besos, y se los he dado; yacer junto a ella, y lo conseguí. ¿De qué me sirven las mercedes de la fortuna y poseer un reino sin reinar? Como rico avaro, guardé las riquezas sin usufructuarlas. Así el divulgador de los secretos de los dioses muere de sed en medio de las ondas, y contempla próximas las frutas que nunca ha de probar; así el esposo deja por la mañana el lecho de la tierna consorte y se acerca puro a las santas aras de los númenes.@er_banana
#14 #14 er_banana dijo: #13 @er_banana Pero tal vez no me prodigó los besos más incitantes y ardorosos y no puso en juego todas las habilidades que estimulan el apetito. Ella puede ablandar con sus caricias las robustas encinas, el duro diamante y la insensible roca; ella tiene recursos para conmover a quien aliente con vida y sea hombre; mas en aquel momento yo no vivía, ni era hombre como antes. ¿Qué placer proporcionarán al que esté sordo los cantos de Femio, o una tabla pintada al miserable Tamiras?@er_banana
#15 #15 er_banana dijo: #14 @er_banana ¡Y qué goces me habían prometido mis secretos de- seos!; ¡cuántos diversos modos de holgarme no ima- giné y dispuse a placer!; pero mis miembros yacían torpemente como muertos y marchitos, como la rosa cogida el día anterior, y ahora, que no es tiempo, lozanean vigorosos, se sienten con brío y reclaman el puesto a que los invita la lucha. ¿Por qué no te abates llena de confusión, torpísima parte de mi ser? Así me dejé burlar anteriormente por tus promesas.@er_banana
#16 #16 er_banana dijo: #15 @er_banana Tú engañaste a mi amada, por ti me hallé inerme en la lid, y con no poca afrenta soporté daños gravísimos. Mi bella no se dignó acariciarte con su mano delicada, viendo que no conseguía excitar tu pujanza por ningún medio, y que languidecías olvidada de tus antiguas proezas. «¿Por qué me burlaste? -dijo-; insensata, ¿quién te obligó a extender los helados miembros en mi tálamo? O una hechicera de Ea te ha trastornado con sus franjas de lana, o vienes a mis brazos ya rendido en los de otra.» Sin demora salta del lecho, cubierta con la tenue túnica, y con los pies descalzos huye lejos de mí; y a fin de que su sierva no creyese que salía intacta de mi lado, disimuló esta afrenta lavándose el cuerpo.@er_banana
Ovidio lamentándose de los mismo que #0 #0 Elmergruñon dijo: Elmergruñon, tenía que decir que tienes la capacidad de empalmarte cuando no tengo ganas ni tiempo de cascármela y no lo haces cuando si quiero (y con cosas raras). A ver si nos ponemos de acuerdo alguna vez. TQDpero de forma más estilosa (Amores III, 7)
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